domingo, 4 de abril de 2010

Séptimo Día. Entrada a Santiago


La concha de vieira, símbolo del peregrino, a nuestros pies

Con algo de retraso escribo estas últimas líneas de este blog. Me tardé porque la llegada a Santiago se conjugó con la llegada de nuestra amiga Ava Borraso, quien nos va a acompañar en la segunda etapa del viaje, el cual consiste en conocer más de Galicia, conocer Asturias (tierra que no conozco y de donde vienen algunos de mis antepasados), para terminar el paseo por el norte en el país vasco (el nuevo Bilbao que no conozco, y San Sebastián). De allí a Madrid y de vuelta a la realidad.

Como dije antes, este camino era corto, sólo 11 Km, por lo que arrancamos temprano (9:15) con la intención de llegar antes de las 12, hora de la misa del peregrino.

Los cerca de 170 Km. que caminamos, desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela

Bueno, entrando en materia, salimos de Lavacolla (pueblo con un nombre muy peculiar, ya que era el lugar en donde los peregrinos se lavaban sobacos y partes pudendas antes de entrar a Santiago - ustedes entenderán ahora lo del nombre) con sol y buena temperatura. Cinco minutos en el camino y cae un chaparrón que nos obliga a ponernos capotes y demás aditamentos para protegernos de la lluvia. Cinco minutos después, para de llover y sale un solazo el cual prácticamente nos siguió hasta la Catedral.

Lava la "colla"...

El camino comienza subiendo y prácticamente no para de subir hasta que se llega al Monte del Gozo (en el post anterior hablé de la loma del gozo, pero estaba confundido). En este lugar hay un monumento a Juan Pablo II y desde la misma se divisa Santiago. Antes de llegar allí, conocimos a unos peregrinos (catalán y gallego), los cuales iban en dirección contraria, por lo que les hicimos algunas bromas diciéndoles que si volvían a pecar antes de seguir el camino, a lo que estos se rieron. Al poco rato, nos alcanzaron y Gina les dijo que si ya habían cometido un par de pecados por lo que ya venían de vuelta, a lo que estos replicaron que al ser ambos hombres, eso sonaba mal, y que ellos no tenían pecados. Total que los tipos venían caminando con sus familias (niños chicos incluidos) y era la tercera vez que hacían el camino. Es interesante cómo la gente regresa a esta travesía. Es posible que yo lo vuelva a hacer nuevamente también, pero la próxima la reservo para verano, ya que me evito los temporales de entre tiempo que se dan en primavera.

Una vez en el Gozo, nos tomamos unas fotos y comenzamos el largo descenso a Santiago.

El monumento a Juan Pablo II en el Monte do Gozo

Llegando a la entrada de la ciudad, comenzó a lloviznar, pero seguimos sin andamios de capotes y demás, porque Gina apostó que se iba la nube, cosa que en efecto pasó, volviendo el sol en todo su esplendor mientras caminábamos por el camino dentro de Santiago. Cuando nos estábamos acercando a la Catedral por la entrada de los peregrinos, comenzamos a escuchar canon de Pachelbel,tocada en vivo por un conjunto de cuerdas, música que seleccionamos para nuestra boda. Fue algo realmente sorprendente, lo que nos emocionó.

Seguido, y al llegar a la Catedral, nos encontramos con la entrada cerrada (había un gran operativo de seguridad), así que bajamos las escaleras, momento en que nuestra amiga Ava apareció y nos fotografió entrando.

Gina y Ava en la plaza de la Catedral

En la plaza decidimos ir a buscar nuestras compostelanas (certificado en latín que prueba el peregrinaje). Entramos al edificio e hicimos una corta fila (aún no eran las 12, por lo que teníamos algo tiempo antes de la misa). Yo llegué ante la dependiente, quien me preguntó si el último lugar que estuvimos fue Lavacolla, a lo que dije que sí, llené un formulario y ella llenó mi compostelana, la cual me entregó.

A todas esta, Gina no corrió igual suerte, la estaba atendiendo otra dependiente de la oficina del Dean, que luego de estudiar tanto a su cartilla como a ella, arrancó preguntándole dónde había comenzado el camino y si lo había hecho a pie (la cartulina claramente indica que fue a pie y donde comenzó), cuando Gina le respondió que sí que a pie, ella le dice que no tenia los sellos suficientes que eran dos por día (uno a mitad de camino y otro al llegar), a lo que Gina le replicó que nadie le había dicho, la dependiente le respondió que estaba escrito en la cartilla , que bueno si volvía a hacer el camino y cometía esa falta "NO COMPOSTELANA FOR YOU" , luego le preguntó "Gina, porqué has hecho el camino ¿fue por motivos religiosos?" a lo que Gina le respondió que, bueno, que realmente lo había echo para por motivos personales, a lo que la Compostelana Nazi le preguntó ¿pero espirituales? a lo que Gina le respondió bueno sí lo hice por mí, por motivos espirituales, pero no por motivos religiosos católicos si es lo que esta preguntando..vaya, vaya tras que no tenia los sellos , tras que según su amiga Ava andaba demasiado fashion para ser una peregrina sufrida , se da el tupé de decirle que eso del catolicismo no es lo del ella, lo único que le faltó fue cantar...al final y no se cómo , salió con certificado donde su nombre en Latín, según la Nazi es LUDOVICAN, por Gina, traducción de nombre que todavía nos cuestionamos.

Cuando salimos con nuestras Compostelanas, nos dirigimos a la misa del peregrino, pero la fila para entrar a la Catedral duraba dos horas (con lo que ya no llegábamos a la misa) y encima nos comenzó a caer un chaparrón. Decidimos que esto lo dejaríamos para el lunes, después de semana santa, porque Santiago estaba demasiado lleno de devotos y peregrinos y medidas de seguridad.
Compostelanas

Mientras tanto, Wally y Jay no habían llegado. Pensábamos que Wally no lo iba a lograr, porque andaba muy mal luego de Lavacolla que le tomo nueve horas, pero nos sorprendió y llegó. Jay lo hizo antes, ya que Wally iba muy lenta y socializando por el camino.

Esa noche, nos reunimos todos a tomar unos vinos y quesos en el cuarto de Ava, en donde esta nos preguntó a cada uno qué podíamos decir del camino sobre nuestra experiencia personal en una oración. Wally dijo que fue una comunión con la naturaleza, Gina dijo que se dio cuenta que tiene muchas cosas por las cuales cantar, yo dije que estar con Gina siete días caminando fue una experiencia muy linda y Jay dijo que "my hiking days are over!!!!!". Come ven cada persona vive el camino a su manera.
Los caminantes y Ava

Para terminar, el lunes fuimos a la misa del peregrino, en la cual el Arzobispo hizo un recuento de la proveniencia de los distintos peregrinos a través de semana santa y mencionó que cuatro panameños salieron de O Cebreiro, algo que nos hizo sentir muy orgullosos.

Misa del Peregrino en la Catedral de Santiago

Con esto termino el blog, el cual espero que haya sido de provecho para quien quiera hacer esta aventura. Yo pienso repetirlo algún día, porque es una forma de olvidarse del mundo, comulgar con la naturaleza y medir sus propias fuerzas e introspectiva espiritual.

Las botas, medias y polos al final del camino

viernes, 2 de abril de 2010

Quinto y sexto día


Bueno, estos han sido los días duros. Mundo nos planeó el camino para llegar a Santiago no muy cansados, lo que está bien, teniendo en cuenta que es semana santa y hay muchos peregrinos por semana santa (ya hasta pusieron restricciones para entrar a la Catedral de Santiago), pero el plan hace estos dos días los más duros del camino, ya que andamos cerca de 30 Km cada día (siete horas).

Comencemos por la salida de Palas de Rei a Arzúa. Arrancamos el día con una luna espectacular. Véanla en la foto incluida.

La luna al amanecer....

Luego, una vez salimos del hotel, salió el sol (unos minutos antes llovía, lo que nos puso nerviosos). Fue esplendoroso. Probablemente el mejor tiempo que hemos tenido. Simplemente un día de primavera soleado.

Día esplendoroso con el sol en las espaldas

Lo que no sabíamos era lo largo que era el día. La muleada fue fuerte. Pero decidimos disfrutar el camino, el cual nos brindaba bellas vistas, verdes praderas, altas montañas (difíciles de subir) y bajadas que tomamos como si esquiáramos (en zig zag), para evitar el peso en las rodillas (ya saben, la éda....). Todo el camino fue fabuloso, a pesar de lo difícil de algunas lomas, sobretodo la que estaba a medio camino, Melide, en donde pensábamos comer algo).

La señal del camino en conchas amarillas...


Marcamos los 100 km a Santiago dejando Lugo y entrando a la Coruña


Mojón que marca la entrada a la Coruña

El día nos continuó sonriendo incluso cuando paramos para tomar un snack, el cual consistió en el mejor pulpo a la gallega de todo el camino y una tortilla española, la cual bañábamos en el aceite del pulpo (ummm España!) todo bajado con unas cañas amarguitas, pero suaves a la vez (cualidad peculiar de las mejores cervezas españolas). Gina le preguntó al cocinero el truco para cocinar los pulpos y le dijo: "la experiencia y la materia prima Maja", a esto Gina le pregunta qué experiencia tiene con los pulpos del Caribe Panameño, a lo que él señaló que esos pulpos eran una mierda, como los de México y los de Senegal. Que los mejores eran de Huelva y Marruecos. Por supuesto, también dijo que nunca había comido los de Panamá, pero tiendo a pensar que el tipo sabía lo que decía, ya que tenía muchos años dedicándose sólo a cocinar pulpos.

El pulpero experimentado...

El resto del camino no fue tan fácil, excepto por un hermoso puente romano que denota la antigüedad de Galicia. Llegando a Arzúa, me sentí muy decepcionado, había muchos camiones estacionados en la carretera. Parecía una parada de camioneros. Encima, nos tomó siete hora para llegar, lo que imposibilitó el almuerzo (en España, no hay almuerzo después de las 4pm), obligándome a comer porquerías al lado del hotel. Lamentablemente, no sabía que hay muy buenos restaurantes en este pueblo, en particular uno de delicatesens gallegos, que vale probar y al que los Jewett le metieron duro al lomo y al queixo del lugar.

Puente Romano

El hotelito estaba 3 con 2 (mediocre para los que no son panameños), pero este no es un lugar importante para escoger y tenia lo necesario, ducha con agua caliente, camas, calefacción y plasma.

Sexto Día. Hoy salimos temprano, luego de un desayuno de esos de tostadas y café (aunque yo hice trampa y me tomé un chocolate caliente con leche condesada). Nos tocó una mañana horrorosa. Lluvia y frío desde el inicio.

El comienzo de los 30km a Lavacolla


Ni modo, es viernes santo, usual que llueva, al menos en PTY. Esto supuso comenzar a pagar los pecados desde temprano. Mucho frío y lluvia por 15 Km, los cuales esperamos ansiosamente a llegar para hacer la parada del camino (siempre tratamos de hacerlo a mitad del camino).Pero antes de llegar nos encontramos con un sacerdote debajo de una tolda ofreciendo caldito caliente a los peregrinos ... debo confesar que nos supo a gloria! Paramos en el empalme. Allí nos bajamos un caldo gallego, un carajillo y un pincho de tortilla, con mucha agua. Esto nos cayó muy bien, bajando el nivel del frío y recargando las baterias.

El problema surgió cuando salimos. El sudor concentrado debajo de la ropa para protegernos de la lluvia, me hizo temblar del frío, a pesar de que había salido el sol. Me tardó buen rato calentarme. Contribuyó que Gina comenzara a cantar y a caminar más rápido, haciéndome olvidar el frío. Esta parte fue realmente agradable, atravesando bosques de eucaliptos y pequeños poblados modernos. El camino con pocas subidas, excepto por una conocida como la del "gozo" en donde Gina comenzó a cantar, en rima, "yo soy como el oso, feo pero sabroso". Claro, esta era ya como la sexta canción, habiendo cantado un repertorio boriqueño previo, desde Preciosa a Verdeluz, todas acompañadas con pasos de baile. A veces yo la acompañaba, pero esto parecía obligar al cielo a llorar, soltándonos algunas gotas que pronto nos hacían callar.

Pasamos por el aeropuerto y caminamos varios kilómetros más, antes de llegar a nuestro hotel, el cual ha sido una agradabilísima sorpresa. Habitaciones amplias, tina y todo el confort, incluyendo un excelente restaurante, el cual nos hizo comer de más. Estamos en estos momentos sin poder dormir por lo lleno.

Fue un día durisimo especialmente para Wally y Jay quienes llegaron mas de dos horas detras de nosotros.
Los Jewitt/Ross love & determination..just ask Jay

Hubo momentos en que Wally pensó tirar la toalla pero parece que esa resadita al comenzar el Camino la sostuvo (y, bueno, ahora se esta desquitando con un buen masaje). Yo me siento también golpeado mas que ayer , Gina por su lado se siente muy bien..lo cual atribuye al canto y al baile..

La rezadita de la Lady

Mañana es el último capítulo de este blog. En él incluiremos, además de las experiencias, otros datos que hemos estado recogiendo por el camino. Hasta entonces....

Internet nuevamente. Acercándonos a la Civilizaciòn

Hemos estado nuevamente varios días sin internet. Acabamos de llegar al hotel en Lavacolla, parada anterior a nuestra llegada a Santiago (estamos ya a menos de 10 km). Así que aprovecho para inmediatamente publicar los blog de los días tres y cuartos, mientras redacto los de los días quinto y sexto.

Tercer y cuarto día. ¡Ahora sí sé porqué la iglesia da absolución de todos los pecados a los peregrinos del camino de Santiago! Este cuarto día ha sido una odisea. Frío, lluvia y viento a ráfagas durante varios kilómetros. Pero bueno, comencemos por donde se debe, el principio.

Al salir de Sarria, comenzamos subiendo y subiendo y subiendo. Gina, luego de su masaje, había sido tan amable de comprarme un pantalón plástico para superar la lluvia. Me lo puse y me puso a sudar. Suda y suda mientras subía la montaña, pasando por pueblitos de piedra y paisajes verdes, con mucha vaca y boñiga. Luego de cerca de 5 km de camino, comenzó a llover, esto nos duró ocho kilómetros más, lo que nos obligó a parar en una fonda a calentarnos y a comer algo (es que los desayunos españoles de pan y café, nos hacen parar cerca de las 12 para reponer energías y calentarnos). Bendita sea la empanada gallega, que las hay de ternera con chorizo o de bonito o atún, ya que han servido ya varias veces de reponedoras de fuerza. Una de estas empanadas con un café (o mas bien carajillo) o un vino y listos para seguir. Luego de la lluvia, sin que saliera el sol, pero con unos paisajes lindísimos, campos verdes floreciendo, inició el descenso a Portomarín, donde la hospitalidad Gallega se evidencia en la simpatía y amabilidad de su gente. Cabe mencionar el cobertizo con hoguera que una familia ofrecía con un letrero invitando a los peregrinos a refugiarse de la lluvia y el viento. Llegamos con una tarde esplendorosa entre campos abiertos a la entrada impresionante de Portomarìn y subimos hasta el hostal Arenas.

Comité de recibimiento en Portomarín




Changa, plaza e iglesia de Portomarin (Templo de San Pedro)

Excelente lugar para quedarse. Buenas habitaciones, excelente atención y mejor comida (hasta nos lavaron la ropa). Hasta este punto, este es el más bonito de todos los pueblos que hemos estado (tal vez junto a O Cebreiro). El camino fue largo. 21Km duros.

En realidad fueron más de 21 Km. Esto es lo que marca mi GPS que caminamos, pero como pueden ver, inició luego de la caminada para salir del pueblo.

Pagamos algunos pecados, en especial por el pedazo de lluvia y viento. Pero realmente no era nada. No fue hasta hoy que realmente nos dimos cuenta lo que es pagar por los pecados.

Lady Wally comienza a sentir la dureza del camino

Salimos de Portomarín, y nuevamente comenzamos a subir. Un par de las lomas eran duras, pero la mayor parte del tiempo es subir a largo plazo. Mucha gente en el camino desde Sarria. Pasamos a muchos y nos pasaron pocos. Sobretodo chiquillos. ¡Ah juventud! Había uno que estaba caminando 65 Km en un día. Pero también sorprenden las personas mayores que van lentas pero seguras. Luego de 5km, comenzó a llover con viento y frío. Mucho viento y mucho frío. Seguimos avanzando hasta que Gina comenzó a perder energías por no haber desayunado bien. Paramos en un bar, lleno de peregrinos, algunos ingleses otros franceses, que no se comunicaban muy bien con el gallego que atendía, el cual no era muy simpático (caso no común en el camino, en donde la gente es muy servicial y ayudadora). Pedimos unos bocadillos con agua, café y cerveza para retomar fuerzas. Tardaron. Una vez comidos, nos enfundamos en todas las de ropa y capote y salimos a caminar. No habíamos caminado dos minutos cuando se desató una tormenta. Pagamos muchos pecados. Fueron cuatro kilómetros miserables de vientos de más de 60 Km y lluvia, a Gina el viento se la llevaba. Realmente desagradable. Luego se detuvo el viento y sólo continuó la lluvia. Mejoró sustancialmente, aunque no es algo que deseo a nadie.

Yo sufriendo el viento y la lluvia...

Después de un rato, paró la lluvia y comenzamos a caminar por campos verdes y pueblitos empedrados y muy charming (antes esta parte del camino no tiene encanto). En uno de esos pueblitos salió de su casa un anciano con su perro, nos ve y nos dice “al mal tiempo, buena cara”, a lo que le respondimos que así mismo es. Contribuyó a mejorar ánimos. De allí en adelante el camino se hizo mejor, pero largo.

Horreos que adornan el camino. Si no saben qué son, búsquenlos en el diccionario...

Hoy fueron 23km según mi reloj con GPS. 28 según la guía.

Todo el camino hasta este punto

Igual, fue largo (dice Gina que si alguien quiere ahorrarse un Brazilian Butt lift, que sólo vengan a caminar a Santiago, el butt quedará firme, garantizado y si es en año Jacobeo, como es este, las indulgencias vienen incluidas), pero nos sentimos muy bien porque llegamos a un hotel (Cabaña) en Palas de Rei, de lo más simpático y cómodo. Con mucha vida por la cantidad de peregrinos, los cuales luego de la larga caminada, se premian con abundante licor y comida. Cosa que nosotros copiamos al instante, esta vez comiéndonos nuestro almuerzo con un buen Albariño, terminando con unos Oroujos de esos que calientan las plantas de los pies y las palmas de las manos (tienen algo de vegetal, obviamente).

La peregrina acabada y resentida. Cayó en la cama tan pronto llegó

Datos Prácticos. Para aquéllos que anden pensando hacer el camino, algunas recomendaciones:

1. El calzado. Esto es lo principal. Botas que den soporte a los tobillos, impermeables y que respiren (material gortex o algo similar). Bien pisadas para asegurar que funcionan y que no harán daño.

2. Medias. Unas muy delgadas y, encima, otras de trekking. Las delgadas son “liners” y ayudan a evitar llagas, enemigo mortal de los peregrinos y principal causa de no terminar.

3. Mochilas. Envíenlas por transporte y no las carguen que no es necesario. Son tres euros por mochila por tramo. Preguntar por quiénes las transportan y no caer en el error de pedir un taxi para ello, como nos pasó al principio. Traer mochilas pequeñas para llevar lo necesario para el camino, incluyendo lo necesario para cubrirse de las inclemencias del tiempo.

4. Ropa. Que respire, es decir, que sea dry fit o algo similar. Toda ella, nada de algodón. Sólo fibras sintéticas. Ropa interior desechable. Es excelente, no se moja y se bota en cada estación, lo que reduce espacio de equipaje y no requiere limpieza.

5. Si vienes de fuera de España, compren un celular prepagado en el Corte Inglés. Salen baratos y ahorran mucho en roaming.

6. Escoger una canción para el camino, anima. Algo alegre o temático es mejor. Nosotros escogimos cantares (se hace el camino al andar, la cual las pelaas no dejan de cantar, lo que hace llover y no se saben bien la letra).

Mas adelante doy otros datos. Ahora, a descansar que mañana el trayecto es más largo…