lunes, 29 de marzo de 2010

¡¡¡¡¡Al fin Internet!!!!!


The gear...


Luego de dos días de viaje, por fin llego a un hotel con conexión a Internet. Seguido les copio las entradas que hice sin conexión para los otros días

PREÁMBULO. Aún no comenzamos el peregrinaje por el camino, pero el preámbulo ha sido como “amazing race“. El jueves tomamos el avión en dirección Newark, para de allí conectar a Madrid, para entonces tomar un vuelo a Santiago de Compostela. Esta última conexión fue toda una experiencia, ya que teníamos que volver a obtener el pase de abordaje y sólo teníamos una hora y veinte para hacerlo, tuvimos que correr por todo el aeropuerto de Barajas con nuestras mochilas (y otras maletas) al front desk de Spanair, en donde nos encontramos una fila enorme. Pero tuvimos suerte, porque hicieron una excepción para los que iban en nuestro vuelo, dejándonos adelantarnos para que no nos dejara el vuelo. ( despues de check in primer cortado y pincho….ummm España..)

Cortadito y tortilla

Ya en Santiago, llegamos al hotel San Francisco Monumento. Un lugar hermoso, a pasos de la Catedral de Santiago, y con cuartos espaciosos. Nos registramos y nos fuimos a almorzar con Jay y Wally (con quienes nos encontramos en la conexión aérea de Madrid). Fuimos a un restaurante que nos recomendó Mundo Jarquín (Vilas), en donde repusimos energías con un opíparo y delicioso almuerzo (comimos una especie de conchuelas del área, deliciosas). Luego de vuelta al hotel, pero antes nos tomamos una foto con un personaje muy conocido que asemeja un peregrino en frente de la Catedral, quien nos recomendó que, una vez en O Cebreido, fuésemos a comer a donde Pilar a comernos el mejor cocido gallego del área. (luego pasamos x el parrador de los reyes catolicos donde nos tomamos un Carlos III.)

Las muchachas y el peregrino

Luego de un reparador sueño y un suculento desayuno, tomamos rumbo para Piedrafita de O Cebreiro, en donde dormiremos a falta de habitación en O Cebreiro. Una vez registrados, subimos los 4.5 KM a O Cebreiro, por una carretera rodeada de nieve y sumamente empinada. Teníamos que ir al pueblo a recoger nuestras credenciales de peregrinos. Pero cuando llegamos, no había nadie en la bella ermita del pueblo, así que nos fuimos a comer el mejor cocido gallego, ever! Bajado con vino del Bierzo, terminado con queso del pueblo, membrillo y carajillo. Delicia culinaria y regalada.

Los restos del cocido, ummm

Luego, un poco entonados nos fuimos a la ermita a retirar nuestras credenciales y a caminar los 4.5 KM de vuelta. Cosa que hicimos y ahora me tienen en el bar del hotel escribiendo estas notas. No sé cuando podré publicarlas, porque en el hotel no hay Internet, ni en el pueblo según me dice Fernando, propietario del Hostal Rebollal, conversón y ayudador. Da buenos datos y recomiendo la estadía aquí, ya que las habitaciones están limplísimas aunque austeras.

Mañana arrancamos, se espera un día soleado con intervalos de chubascos. Tenemos que caminar 21 KM hasta triacastela.

-Primer día de camino, 28/3/2010, en camino a Triacastela. Comenzamos el día con un desayuno extraño, una torta o cake y queso, con café. El taxi nos vino a buscar a las 9 am, nos dejó en O Cebreiro y siguió con las mochilas para Triacastela (o mejor dicho, Villa Vella en donde conseguimos habitación). Arrancamos el camino con mucho frío, 3º centígrados que se sentían como -5º por el viento. Salí corriendo a comprar unos guantes y a ponerme la totalidad de los abrigos para arrancar el camino. De allí fuimos a buscar nuestras credenciales de peregrinos (si sellas en cada pueblo antes de llegar a Santiago, puedes aspirar a indulgencia por todos tus pecados).

Como verán en el mapa adjunto, el camino hoy fue de más de 21 Km, ya que al llegar tuvimos que caminar para buscar a Jay sin éxito.

Vista de lo que caminamos marcado en rojo

El camino fue duro. La primera parte es subiendo, pero hermosa, con sierras nevadas y vistas infinitas. La segunda parte es bajando por lodazales muy duros para el descenso. Pero las vistas hacen valer el camino. Se atraviesa montañas y "puertos" (así le llaman en España a lo que creo son los pasos montañosos) con villorrios pedregosos y antiguos.

Ante el monumento al peregrino

Al llegar a Triacastela, que parecía que no existía, porque a cada recodo daba la impresión que íbamos a llegar, pero no aparecía nunca, sellamos nuestra credencial en el bar de o peregrino y nos bebimos una sidra helada.

Obviamente no éramos los únicos que nos quejábamos de no llegar a Triacastela. Lo triste es que el casi eran casi 3Km más!!!!!

Continuamos el camino hasta llegar a la calle principal, para ver si veíamos a Jay, quien se nos había perdido desde el principio del camino, al querer él irse por la carretera, pero no lo vimos, así que nos fuimos al bar el Jacobeo a comer y planear cómo ubicarlo.
Wally, mientras tanto, también se había separado de Jay, pero se comunicaba con nosotros por celular, así que ella llegó al bar a comer también. Cuando nos íbamos a disponer a caminar nuevamente el pueblo para encontrar a Jay, milagrosamente Jay entra al bar. Resultó que él, tratando de encontrarnos, llamó desde un hotel a quién sabe quién en Piedrafita de O Cebreido (que él pensaba era nuestro taxista) para preguntarle en dónde había dejado las maletas, a lo que esta persona le contestó que en Xacobeo que también es hostal. Dice Jay que este fue el segundo milagro del camino (el primero, que conectáramos en Madrid). Jay llegó casi que a la vez que un conjunto de gaitas gallegas que llegó por la calle y entró al bar a animar el ambiente. Todo un festín!

Delicioso pulpo a la gallega en el restaurante el Xacobeo de Triacastela

Con el cansancio a cuestas nos fuimos en taxi al hostal en el que nos quedábamos, instaurado en un villorrio, al lado de un cementerio. Hotelito frío, sin comedor y al cual se le dañó el calentador, lo que nos puso a temblar (especialmente a Jay a quien casi le da un faracho, lo que Wally solucionó con un pulpo a la gallega que fue a comprar caminando al pueblo).

-Segundo día, en camino a Sarria. Arrancamos en Triacastela, por el camino tradicional (se puede ir por Samos que es más largo) porque anunciaba lluvia y frío, lo que nos hizo pensar que sería mejor ir por lo corto. El camino resultó bello. Atravesamos una montaña, entre árboles de castaño, con solo pequeñas lloviznas insignificantes. La bajada nos regaló con paisajes de verdes campos, llenos de actividad agropecuaria y con muy pocos pueblos.
Gina frente a una de las primeras vistas del camino

A mitad de camino, paramos para tomar algo (empanada gallega de ternera y chorizo) y reponer fuerzas. Por suerte lo hicimos, ya que no bien salimos, comenzó la lluvia, el viento y el frío.

Protegiéndonos de las inclemencias del tiempo. Ay qué frío!!!

El camino estaba lleno de peregrinos. En su mayoría de todas las partes de España, pero también hemos encontrado alemanes, franceses, holandeses, coreanos y mexicanos. Al tratarse de año Xacobeo (para el que no lo sabe, año en que el que hace la peregrinación le dan indulgencias por todos sus pecados) y semana santa, el camino viene lleno de peregrinos. En cada villorrio o pueblo hay albergues y lugares para comer dirigidos al peregrino. Incluso, en algunos pueblos, hay personas regalando comida.

Luego de caminar cerca de 19 Km (supuestamente eran 17, pero esto es hasta las afueras del pueblo, que es grande) llegamos a Sarria. Paramos en un centro de información para el peregrino para averiguar dónde quedaba nuestro hotel. Total caminamos casi otros 3 Km para llegar, ya que está al otro extremo del pueblo, cerca de la salida de mañana.

Llegamos empapados (los ponchos no nos cubrían la parte baja de los pantalones) y nos llevamos una agradable sorpresa al ver que se trata de un hotel moderno y amplio. Aquí mismo nos quedamos a comer y llamamos a Jay y Wally quienes venían más atrás (cosa que disgusta a Jay, quien es el mayor del grupo, pero el único que entrenó para este esfuerzo, por lo que podría ir más rápido, pero Wally lo demora), para que cogieran un taxi una vez llegaran al pueblo y evitaran los 3Km extras.

Por supuesto, Wally, a quien de cariño llamamos Lady Wally, ya venía con el teléfono de una masajeadora, para ella y Gina ir a darse un masaje, cosa que hacen en estos momentos. Veremos cómo les va. Por lo pronto, yo publico esto y me lo saco del pecho... hasta la próxima.